Celos…

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De nada sirvió que le dijera que mi corazón le pertenecería eternamente. Inútiles resultaron todas las frases en las que mi amor se desgranaba, letra por letra, para recordarle mis caricias y cada uno de los abrazos infinitos e incondicionales.

Su mirada reprochaba, teñida de celos. Sus ojos destilaban  enojo cargados de un rencor nuevo. Su voz  no podía disimular esos celos que lo cubrían todo…
Poco pude hacer para demostrar que cada uno de mis actos lo contenían, pues -ya lo sabemos-,  los celos no dejan espacio para el razonamiento.

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Tampoco pude negar mi simpatía por aquel que me robó una sonrisa desde ¡¡la pantalla de televisión!!.
-¡Vamos!- le dije, – solo admiro su talento, ¡¡como el de tantos otros!!

-Deberías saber que cada hombre, cada ser humano con talento para la música, las letras y las ciencias ¡¡contará con mi admiración!!-, le confirmé para que se atuviera a esa realidad que formaba parte de mi personalidad.

De pronto me miró sonriente y abrazándome con fuerza, restándole importancia a toda la escena anterior, me dijo:
¡¡Por eso yo también te voy a amar siempre, mamá!!

Evidentemente Candorito -mi hijo menor-, no escapa a las generales de la ley, respecto a los hijos varones…
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Aquí, quien motivó tanta escena de celos…

Luciano Pizzichini

Además será quien este fin de semana
presentará un especial de Bob Esponja en el canal Nickelodeon.
La publicidad de dicho evento,  generó la reyerta…

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Imagen superior: antigua ilustración de Edipo y la esfinge  de «Edipo Rey» de Sófocles.

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