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Por estos días es común ver los ánimos generales marcando una alteración máxima… y no es para menos. Tras los bombardeos de noticias funestas, más de uno mira el horizonte, esperando ver aparecer -a todo galope- a los cuatro jinetes del apocalipsis ¡¡¡con barbijo!!!!
En cambio hoy me río de los peores pronósticos agoreros que vaticina la televisión con su canto a la realidad funesta. Es que estando bien entrenada y perteneciendo al cuerpo de elite de la gambeta existencial, respiro hondo, sin temer a ninguna clase de virus, enfermedad o pandemia… Más
Dicen que dijeron…