Desde el corazón…

… este que te extraña.

Con mágicas conjunciones de hormonas, deseos y amor, la naturaleza las pone en un lugar especial. Responsables de infinitos roles y bajo un solo rótulo o denominación: madre. Mujer multifunción para el entorno. Agenda personal de todo aquel que vive bajo su ala. Sonríe también, atragantada en llantos antiguos, que no se permite mostrar: pues es la alentadora oficial de la casa. Perseguida por psicoanalistas, y con registro de manejo de cuanto electrodoméstico existe.
En pareja estable y religiosamente bendecida; o solitaria para las miradas chimenteras del barrio. Es la que con orgullo lleva a su párvulo hacia su primer día de clases… Luego con infinidad de noches de insomnio con nombre de adolescente, que tarda en regresar de la parranda… Tardes de llanto con alguna amiga, con las que intuye infidelidades maritales que destrozan su alma; alentando a veces vanas esperanzas y en otras juntando valentía para finalizar mascaradas: simplemente para educar sin mentiras…
La que discute con el almacenero; la que desconfía de esa maestra que manda notas con errores de ortografía. Médica (sin la carrera cursada): conoce remedios únicos. Portadora de palabras de aliento o besos sanadores. Cicatrizantes mágicos de todas las heridas: en rodillas de insipientes futbolistas de la familia; o en corazones púberes que se deshidratan en desconsuelo por ese cretinito/a…
Ocupa momentos y lugares únicos en nuestras vidas. Es nexo con este terreno de existencia y, es alguien a quien todos deberíamos aprender a perdonar, también… Enciclopedia de recomendaciones: – Abrigate; – ¿hiciste los deberes?; – ¡¡come toda la comidaaa, vamooos!!!; – ¿quién era esa Marianela que llamó ayer?; – ¿todavía no te dieron el boletín en el colegio?; … apurate que llegamos tarde al médicoooo!!; …lavate los dientes!!!; … ahh y no vuelvas tarde…
Ella es LA madre, con sus particularidades para cada uno de nosotros…

Mis recuerdos hoy, me han puesto a escribir sobre ella; la que me alentaba ante hojas en blanco, para que los desvencijados palotes fueran el inicio de algo por venir…
Fue mi primera docente: me enseñó a leer y a escribir. Deleite maravilloso al escucharla relatar los cuentos de Horacio Quiroga… -esos de los bichos maaá, daleeee!!!… Los de princesas no, me aburren!!!; le rogaba allá por mis cuatro añitos…
El mundo también es fantasía, decía… mientras me ayudaba a entender palabras difíciles… Sabía como nadie, que la libertad era un medio y un fin para vivir, y la mejor aliada a la hora de criar hijos; pero que los límites eran y serían imprescindibles para nuestras vidas…
Extraño su presencia frecuentemente. El almanaque comercial, ya saben, me importa un pepino lo que indique como día de celebración, ella estará conmigo, SIEMPRE…

Gracias, maaaaá!!!

Ahora me retiro: …el menor de mis retoños requiere de mi excelsa ayuda para limpiarle el traste, a puro grito desde el baño!!!!… ay, las madressss!!!

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LES LUTHIERS – Epopeya de Edipo de Tebas (1977)

(Jaaaa!!!, mi vieja, los adoraba!!!)

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