… realmente, siniestro.
Las tradiciones y las celebraciones, son tradiciones y celebraciones, señores; teniendo en cuenta esta premisa, mí conclusión sería: los que las poseen, pues a disfrutarlas sin temor y con todo el fervor que les entre en gana!!!, total… a la vida, hay que vivirla (?).
No comulgo con varias «costumbres» existentes, ni me interesa.
Las provenientes de algunas religiones las veo pasar y ni mu; les doy un trozo de mi respeto y sigo viaje; pues considero que han surgido de los caprichos mentales de algún que otro trasnochado religioso o poco imaginativo energúmeno: existen y sus seguidores son hordas. En realidad más de uno a estas cuestiones las padecemos, en lugar de acompañar al rebaño que las celebra. Más
Dicen que dijeron…