Había una vez…

…una niña que quería tener candor.

Me contaron que esa noche una tormenta importante anunciaba mi llegada. Mi viejo manejando un Buick, grandote y negro, llevó a mamá con sus dolores de parto hacia la clínica. Llovía, rayos al por mayor, tronaba y hacía un frío enorme.
Ya en la sala de partos a las 02:05 hs de la madrugada, asomé mí nariz al mundo. Era un 30 de junio.
En el horóscopo de este lado del planeta dicen que soy del signo solar de Cáncer con ascendente en Tauro y signo lunar Pisis (?) ; del horóscopo chino Dragón de madera (realmente… soy de madera!!); y del horóscopo frutihortícola soy Zapallo Anco.

Según mi viejo llegué con el aguinaldo, según mi vieja vine para cambiar al mundo (al menos con lo del aguinaldo la acertaron…)
Muchas cosas pasaron desde entonces, recorrí un largo camino de emociones con variados colores e intensidades. Todas y cada una de ellas han dejado su huella, haciendo de mí la que soy.

Después de tantos años, disfruto de mi existencia como aquella que soñaba mirando el cielo con deseos de volar (aunque le tenga pánico a los aviones…).

Tal vez nunca dejé de ser niña, teñida hoy mi vida con madurez, no he perdido la fantasía ni el deseo de sorpenderme y disfrutar.
Atravesé inmensos momentos de dolor y pena, pero nada me ha hundido lo suficiente como para ahogarme, jamás!!

Ave Fenix, me dicen mis amigas, tal vez tengan razón; pero de algo estoy segura:  nunca existirá situación que logre silenciar mis emociones, mis fantasías, mi energía vital, mi orgullo de estar viva, no habrá nada que me quite mis afectos, ni mis enojos, ni mis reniegues, ni mi humor, ni mi diplomacia, ni mis locuras, ni mi espontaneidad, ni mi atolondramiento, ni mi amor por el invierno y las tormentas, ni mi pasión por la música, ni el amor por la lectura, ni mis lágrimas, ni mis nostalgias…nada podrá ser quitado ya de mí, nada…

 

Mucho también he de sumar aún. Mi espíritu sigue recopilando buenas sensaciones y emociones a cada instante…

Como deseo de cumpleaños, soplando está gigantezca cantidad de velas, pediré: seguir sumando muchas más experiencias vivificadoras; aunque por algunas me puedan llegar a llevar a la parrilla como a Juana de Arco o me pongan simplemente a postear…              

Y para cuando sea grande quiero ser… quiero ser…  quiero ser yo!

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«Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo a cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.»
(Miguel Hernández)

Para los que pasen a saludar,  una taza de chocolate o un vino, mis saludos, mi cariño y una cancioncita….

Crash Test Dummies – «Mmmm Mmmm Mmmm Mmmm»

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