La Red…

 

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 Ana entró al consultorio del dentista y esperó sentada su turno en el inmenso sillón azul. Tomó una de esas revistas típicas de salas de espera. Hojeó un rato y se detuvo ante un artículo en particular: «¿Cómo detectar a un psicópata?»

«…El psicópata tiene una especial habilidad para mantenerse en tu cabeza. Todo su discurso con puntos suspensivos, indirectas, directas, dobles mensajes, corolarios, insinuaciones, y todo lo demás, es para lograr enclavarse en tu mente. Ésa es su área de poder. Crea virtualidades, incógnitas, incertidumbres, para que la máquina no cese de procesarlo. No puedes “cerrar” una conclusión sobre él porque los datos que te aporta son insuficientes.

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Escarapelas de 25 de mayo…

… el homenaje a mi madre.

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Nació en fecha patria y en una ciudad junto al río, allá por el ’29. Se crió en el campo, disfrutando de cosas simples y amando la música; intentó poner unos dedos sobre unas teclas de piano como deseo sublime, pero truncado por un escueto presupuesto familiar que no permitió «el piano propio».
La mayor de cinco hermanos, a los que les recordaba que «ella para ejemplo, no alcanzaba…»

Cielo e infierno…

… irremediablente ángeles y demonios.

 

«Cielo e infierno» M. C. Escher

 

El extremo se instalaba nuevamente. Tan lejano al anterior, tan recurrente; como una infina secuencia obligatoria. De un lado al otro, pendulando.

No existen  los infiernos ni los cielos!!, decreté tranquila,
sin alardes y en silencio; librándome al oleaje de mis pensamientos y emociones.
Sola en mis devaneos; sucede que mis pensamientos no invitan y mis emociones alejan.

Todo por $2…

… realmente, vengo de oferta con una fiesta inolvidableee!!!!! 

 

«¡Te invito a una fiestita de despedida, mi amorrrr!»

A pedido de varias amigas y por alguna en particular, debo dar consejos para superar el dolor por un engaño o como manejar el deseo de venganza por desilusiones amorosas…y bueh, no tuve mejor idea para ello que  imitar a un personaje del programa «Todo x $2», con el cual me mataba de risa. Para esta ocasión,  Irma Jusid…

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Te voy a hablar a vos, a vos pebeta… a vos que estás destrozada por un amor que te abandonó, que estás pensando en tomarte un par de litros de aguarrás vencido o aspirar enduído plástico, solo para olvidar…

Estoica…

                             …. como siempre.

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Por aquel entonces  simplemente me limitaba a creer lo suficiente, esa cuota necesaria que alcanza para vivir con matices de felicidad sin pretensiones.
Tomaba de un todo lo que podía tomar,  a conciencia del riesgo soportable o inevitable de alguna consecuencia.

Con el  tiempo me limité a lo necesario, aquello como para sobrevivir lo suficiente y con cierta paz. Rescatando lo que era conveniente y evitando riesgos.

En la actualidad ya no creo en demasiadas cosas. Disfruto con lo que supera la media de mi imaginación. Me nutro de todo aquello por lo que me arriesgo hasta el alma, sin límites; y es lo que en realidad me hace inmensamente feliz. 

Y  lamentablemente,  también me destruye…

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Día de miércoles…

                  … sobrellevándolo con cara de pócker.

El hombre primero me mirará sorprendido. Yo con cara de mujer superada, con la suficiente claridad mental como para … irme a dormir por unos meses. No podré decir nada, anulada al cien por ciento.
–  Pero, ¿es que no ve que dice el cartel?… dice MARTES Y JUEVES DE 8 A 13 HS, señor!!!
– Eh..mmm si…pero…
– ¿Pero qué?, hoy es miércoles señor… ¿qué día es hoy, a ver?
– Jueves, señorita…
– Ahh!!, bueno, pero lo siento mucho, tengo un ánimo de perros y mejor que no le cuente porqué, Adiós!!!!
Entonces, cerraré la ventanilla, volveré a mi escritorio y seguiré con unas planillas que hasta creo estarán escritas en chino.

Pues así supongo ha de ser el día de mañana, después de un día de miércoles como el de hoy…

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El hombre gris…

Él venía tranquilo con su vida tranquila… lo mismo que yo.

Nada se interpuso en el camino, sólo una fantasía dentro de otra fantasía. Nada nos hizo pensar que tal vez algo cambiaría; un golpe de suerte, una tragedia, un amor, o un olvido.

Nunca supe quien era, aunque ví su alma entre mis manos. Sucede que a veces, en un recurso desesperado, la soledad suele plantarnos ilusiones.

Amores que matan…

Hace muchos años mi madre nos contó la siguiente historia…

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Ella en su juventud solía venir por Mar del Plata de vacaciones con una familia amiga (luego con los años se radicaría definitivamente).
Corría la década del cuarenta, por entonces esta «capital balnearia» con su inmenso mar invitaba al descanso y la tranquilidad. Temprano ni bien despuntaba el día, Pedro preparaba su equipo de pesca y partía hacia una escollera en la zona de «la Brístol».
La terapia de vacaciones: pescar el «almuerzo», mirar el mar, pensar acompañado por el sonido de las olas. Mamá describía a aquel hombre como «callado, taciturno, algo parco, pero con un humor maravilloso».