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No es novedad que durante el verano la liviandad de pensamiento que se intenta imponer, sobrepasa a las altas temperaturas.
La música en las radios, me obliga a beber litros de licuados de sales estomacales. Pero, quien no se queda atrás con el mal gusto, es la TV. Ella nos ofrece informativos dónde los periodistas dan muestras claras de su falta de profesionalismo, compitiendo en inutilidad y obsecuencia. Y por si esto fuera poco, muchos canales solo se dedican a transmitir lonjas de glúteos y glándulas mamarias por toneladas. Más
Dicen que dijeron…