Refrito
.
De haber sabido que permanecerías más tiempo en mi memoria que en aquella realidad que nos contuvo, no hubiera aceptado estar entre tus brazos.
Hoy fortalecidas mis defensas, enaltecida mi autoestima y robustecido mi amor propio: tu mirada sigue rondando mi alma.
Ningún esfuerzo alcanza, nada de lo que haga o piense es suficiente, ahí estás. Aún sigo esperando que el tiempo desdibuje tus palabras, barriendo esta ironía del destino. Más
Dicen que dijeron…