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La anécdota sucedió muchos años después que esta candorosa foto…
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Los hermanos mayores suelen ser los responsables de dar el ejemplo -bueno o malo- en ciertas experiencias familiares, las que con el tiempo se transformarán en anécdotas risueñas.
Hacia 1973 los recitales de bandas de rock no eran frecuentes en Mar del Plata. En esa oportunidad tocaba ARCO IRIS en el teatro Auditorium. Por entonces no figuraba ni en sueños algún premio Oscar en la mente de Gustavo Santaolalla. Tampoco existían la costumbre del pogo, ni los estadios de fútbol llenos de jóvenes coreando y moviéndose como mareas humanas, ni nada parecido. Los asistentes a un recital se limitaban a escuchar sentados en sus butacas, moviendo las cabezas para llevar el ritmo, hacer algunas palmas en determinados temas ¡¡¡y a otra cosa mariposa!!! Más
Dicen que dijeron…