FICCIÓN
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El señor Gutiérrez había tomado la decisión: salir de vacaciones.
El trayecto hacia el lugar elegido, no sería gran cosa. Los niños -como era habitual-, ensuciaron el auto con toneladas de migas de cuanta galletita pudieron embuchar; mientras la madre leyó en voz alta la columna de sociales del diario local.
Un verdadero encanto.
Esta familia era una como tantas: dos niños con la inquietud digna de la edad y digna de tanta paliza que el padre hubiera querido dar, coartado siempre, por el ojo censurador de su esposa. Más
Dicen que dijeron…