Amores que matan…

Allá lejos y hace tiempo

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Hace muchos años, mi madre nos contó la siguiente historia.

A finales de la década del cuarenta y antes de radicarse en Mar del Plata, ella solía venir de vacaciones junto a una familia amiga. Se alojaban en un gran chalet a unas cuadras del mar; el dueño de casa -esposo de la amiga de mi madre- acostumbraba diariamente ir a pescar.
Ni bien despuntaba el día, Pedro -así su nombre- preparaba el equipo de pesca y partía hacia una escollera cercana al Club de Pescadores. Esta actividad era su terapia: mirar el mar, pensar acompañado por el sonido de las olas… pescar.
Mi madre describía a Pedro como un hombre callado, taciturno, pero con un humor maravilloso… Más

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