Perfiles…

El optimista.

Un conocido solía decir -y siempre con una sonrisa- que nada era tan terrible como parecía.

Este amigo, nunca llegó a tener puntería para acertarle a los negocios. Cuando una propuesta le parecía ideal, se adentraba en ella sin considerar ningún inconveniente.
Arriesgó y perdió mucho dinero, pero siempre salía indemne de estas situaciones y con sus ánimos siempre en positivo… pues contaba con una cualidad que destacaba: su sentido del humor y su optimismo.
No hubo situación calamitosa que lo apagara ni lo detuviera. Le ponía empeño a todo lo que encaraba; ningún fracaso logró apagar su chispa, esa chispa que lo hacía continuar con esperanzas.

En el amor, no salió mejor parado. Los que conocíamos su apasionamiento, lo vimos sufrir en silencio. De todos modos no se regodeaba en el padecer ni en la pena, luego de un breve tiempo de tristeza por el romance frustrado volvía al ruedo con una sonrisa grandota y con una confianza en el por venir que a pocos les he conocido.

Llegamos a preguntarle si consumía algún estimulante o algo que le aumentara el optimismo -esa alegría de vivir tan particular- y nos respondía que no pasaba ni las aspirinetas.
Él aducía que vivía con alegría por una simple razón… ¡¡estar vivo!!

Soñaba cada día con una familia numerosa, con hijos que lo despertaran los domingos a pura risa, pero esa suerte -como muchas otras- le fue esquiva. Las damas de las que se enamoró, pretendían hombres prósperos y no optimistas.
Un día supimos que la realidad lo había alejado de la posibilidad del sueño de la familia propia, pues aún muy joven, una enfermedad terminal lo sorprendió sonriendo, como siempre.
Sin vueltas, le puso garra, fuerza. Luchó y se esmeró en dar ánimos a los que debían alentarlo.

Hoy, cuando en alguna reunión surge su nombre, invariablemente todo se ilumina con su recuerdo, con su presencia enorme y llena de esperanza, recordando sus bromas y su brillo tan particular.

Es inevitable, pero los seres que han aportado luz a nuestra vida, lo seguirán haciendo siempre…

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Los que hemos conocidos seres maravillosos y luminosos, deberíamos estar agradecidos por esta oportunidad…

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Y ustedes ¿han conocido a alguno?

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Yanni – Until the last moment

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PD: dedico este post -también- a la memoria de mi padre un optimista de primera línea, quien ayer 8 de septiembre, hubiera cumplido años.

Y para todos los optimistas que la vida me ha presentado y ¡¡de los que sigo disfrutando!! entre ellos Marina del blog «Cruzando las grandes aguas» (¡¡siiii… para vos, optimista de primer nivel y  ¡¡¡amiga de tantos años!!!).
Y  para doña  Ivana, nuestra bloguera amiga de «Wheelchair Rules», que tiene optimismo ¡¡para derrochar!!
Y para todos los seres ¡¡¡con buena onda y optimismo!!!

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