Hacia la salud, ¡¡y más allá!!…

…OTRO REFRITO, ¡¡YEAH!!

«Estable y compensada…» (Refritosssss)

Esperé por lo desconocido. Era un viaje al espacio, sin el curso de astronauta.
Un diagnóstico rápido y puntual no dejaba dudas. Cirugía.
En el quirófano, aparatos con ruiditos, mucha gente y música. ¡¡Había música!!
(la canción, aún me recuerda esa travesía hacia la salud). Una cuenta numérica regresiva en voz alta, último recuerdo en vigilia. Concluida la operación, advertí que el dolor perduraría. Me dieron el alta al segundo día. Regresar a casa significaba carecer de enfermeras solícitas a mis quejidos y atenciones especiales. Mi pregunta: –¿Doctor, que hago con este dolooor?; inmediatamente: pichicata. Ignorando lo suministrado, vestida de calle y montada en una silla de ruedas (así es la ceremonia del alta), sonreía. Noté en especial mi alegría y, allí comenzó la debacle. Sonriente, salí a recorrer en mi nuevo vehículo los pasillos de la clínica, bajo los efectos de la poción mágica. Rodaba hacia el infinito y ¡¡más allá!!. Piropeando médicos, enfermeros y cuanto hombre me cruzaba. ¿Los estrógenos? nooo, ¡¡la inyección!! Desenfrenada y feliz como una niña. Estaba ¡¡sana y salva!! Navegaba por un film psicodélico de los años ’60… Hasta que un familiar puso fin a la bochornosa escena.
Ya en el taxi hacia mi casa la diversión continuó. Llovía torrencialmente y yo preguntándo al taxista ¡¡por Noé!!… Una vez en mi hogar y habiendo desistido, bajo amenazas, de cambiar los muebles de lugar, me acosté. Entonces recordé la negativa de la enfermera por darme el nombre de lo suministrado. Esfumado el efecto de alegría y salud de ficción y nuevamente dolorida, imperativa pregunté: -¿pero qué fue lo que me dieron?, ¡¡díganme!!
Luego de un largo silencio escuché: -Morfina, Ale…morfina…

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Aerosmith – I Don’t Wanna Miss a Thing

Banda de sonido de aquella cirugía…(29 de abril de 1999)

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