… en las profundidades de la lectura.
La ceremonia nocturna con mis dos hijos, antes de ir a dormir, siempre fue la lectura.
La mayor de ambos ya vive su vida en otro domicilio, pero suele comentar que recuerda con nostalgia aquellas noches. El menor recién arranca a la vida y espera ansioso con sus ojos llenos de emoción el momento de escuchar alguna historia. Varios libros de literatura infantil han desfilado ya, muchos de los cuales con el correr del tiempo quedaron atrás bajo su certera opinión: «- …¡¡ya soy grande para cuentos de bebés!!…» Más
Dicen que dijeron…