…esas, que nunca llegan.
(Fuente Plaza Rocha – Mar del Plata)
Tarde fría. Me senté unos minutos en un banco de la plaza Rocha. Justificando la pausa con un cansancio mentiroso, con el invierno, la antigua fuente, el sonido del agua, el sol entre las ramas de los árboles; en realidad todo invitó y acepté.
Los pájaros arremetían al canto con un ímpetu envidiable. Poca gente en el lugar. Encendí un pucho. En otro banco, una mujer joven. Con aspecto triste tomó su celular y supuse, escribía un mensaje. Más
Dicen que dijeron…