El beso…

Oh!!!, los besos…

«El Beso» Gustav Klimt

··················

Esto comenzó con una pregunta simple: ¿cuál es la historia del beso? Me dispuse a buscar información, preguntando a los conocidos, suponiendo probabilidades y leyendo algunos artículos al respecto. 

En lo que pude leer, escuchar e investigar (poco profundo lo mío, eso si!!)  muchos acordaban decir que algunas especies de primates venían teniendo contacto con la boca desde hace mucho tiempo, mucho… lo que ha de ser probable (no pude consultar a ningún primate para enterarme con exactitud). De este modo se planteaba una nueva intriga: necesitaba saber ¿cuándo el beso se había convertido en símbolo de expresión de afecto y amor?. Uno de los artículos consultados menciona la existencia de imágenes que datan de 2.500 años A.C., en las que se pueden apreciar hombres y mujeres besándose.  O que en Oriente también se encuentran infinidad de ilustraciones donde las prácticas sexuales y el beso están ligados estrechamente. Otros, que en Occidente hasta Platón hacía referencia «al gozo del beso». Hasta ahí todo muy lindo, y en un todo de acuerdo con Don Platón, pero luego ¿qué ocurrió?, ya que en un largo período de la historia es ocultado y hasta prohibido; en particular las demostraciones de afecto consideradas «públicas». Según leí, cuando llega la Revolución Industrial (siglo XVIII) y el racionalismo impera en las mentes humanas,  son reprimidas las manifestaciones de afecto públicas. Reservando los besos para el ámbito privado. Tampoco olvidaré los fragmentos dedicados hacia algunas religiones, ni lo que ellas han sabido culpar al beso y a otras demostraciones de afecto, bajo el mote de «pecado» y otras delicias… 

Con el siglo XX y de la mano del 7º arte los besos resplandecen en las pantallas (y hacen que resplandezcan en las butacas de los cines también!!). Se crea de esta manera un camino para reinstaurar una demostración viva de afecto, de los sentimientos, del amor. De todas maneras la censura tuvo lo suyo e hizo permanecer un tiempo más el beso en la «mejilla» sin otras intenciones!!!!; de este modo  se deleitaba la tijera,  recortando por aquí y por allá.

Pasada la 2º Guerra mundial, con movimientos de variado pensamiento; arribando en la década del 60 el colorido movimiento HIPPIE y su idea del amor libre. El beso vuelve a ganar las calles. A modo de protesta, sin obedecer al mandato del «recato», tan pacato como rídiculo; hasta nuestros días, en los que cada uno vive la libertad de sus besos, a elección, ¿verdad?…

Al terminar con todo esto, me dí cuenta que el beso es algo tan bello, significativo, maravilloso… que me ha llevado a otra pregunta:

¿podría usted besarme…?

 

******************

Amélie

(Le fabuleux destin d’Amélie Poulain)

Anuncio publicitario