O como volar además…en silla de ruedas
Tendida en la camilla esperé por lo desconocido. Era como un viaje al espacio sin haber hecho el curso para astronauta. Un diagnóstico rápido y puntual, había determinado una cirugía idem. No entendía mucho, simplemente que quien quitaría aquel tumor sería una eminencia, respetado por colegas y demás. Me ingresaron al quirófano, todo parecía… una nave espacial. Aparatos con ruiditos, gente vestida de distintos colores; blanco, verde, azulino. Me rodearon para empezar a hacer lo que debían hacer. Guardo como un recuerdo particular (además del temor gigantesco), la música. En efecto, sonaba música en aquel quirófano. Desconocía en verdad como podría llegar a presentárseme un sitio de estos. Sonaba una canción, con la que aún hoy pianto un lagrimón en memoria a aquella travesía hacia la salud. El duelo por el ovario ausente. La cuenta númerica regresiva que tuve que emitir en voz alta, último recuerdo en vigilia.
Pasada la cirugía y ya en la habitación debí reconocer que el dolor en mi cicatriz duraría un buen tiempo. Me anunciaron el alta al segundo día de este periplo. No sabía si regresar a casa me alegraba o me preocupaba; ya no más enfermeras solícitas a mis quejidos, ni atenciones especiales (profesionales). La realidad allí fué…»-¿Doctor, que hago con este dolor?»; en breves instantes, pichicata. Ignorando lo suministrado, vestida de calle, y montada en una silla de ruedas (pues así es la ceremonia del alta), estaba yo… Estoica, pero especialmente alegre para entonces. Allí comenzó la debacle. Salí a recorrer en mi nuevo vehículo los pasillos de la clínica, bajo los efectos de aquella poción mágica «quitadolores». Rodando hacia el infinito y más allá!!!, piropeando médicos, enfermeros y cuanto ser humano masculino me cruzaba. ¿Los estrógenos?…no, la pichicata!!!. La velocidad con la que andaba, un placer. Desenfrenada y feliz como niña con juguete nuevo, «volaba» entre gente padeciendo, y yo sana y salva!! Navegaba por un film psicodélico de los años ’60/’70…Algún amigo o pariente frenó la bochornosa escena. En el taxi hacia casa, mis incongruencias continuaron; llovía torrencialmente y yo preguntando por Noé!!…En fin. Una vez en mi hogar, habiendo desistido acerca de cambiar muebles de lugar; una verdadera locura (tenía tanta energía y salud…sin dolores!!), me acosté. El efecto de aquella «super inyección» ya se estaba despidiendo de mí, cuando recordé que la enfermera no había querido darme el nombre del medicamento. Pasado el efecto de alegría y salud de ficción, inquieta e imperativa pregunté: -¿pero qué fué lo que me dieron, díganme?!! Luego de un largo silencio escuché, «-Morfina, Ale…morfina»…
Banda de sonido de aquella cirugía…(29 de abril de 1999)
Mar 02, 2007 @ 03:35:32
Qué fácil que resulta culpar a la morfina…
Mar 02, 2007 @ 17:41:37
BENDER: a estas alturas del partido….a la morfina y al Raid!!!!, (qué más habrá!!??!!)
Mar 03, 2007 @ 20:35:29
nena!!! …era morfina????……AGUANTE LA MORFINAAAA! JAJAJAJJA!
Mar 03, 2007 @ 20:53:25
ANDY: este blog no se responsabiliza por lo que sus lectores interpreten de lo relatado, y lo que quieran o deban consumir, pues libre albedrío hermanos!!! (jajajja, es no es apología de un carajo, que se entienda, mierdas…) Besosssssss
Dic 02, 2009 @ 21:57:45
Ohhhhh, morfinaaaaa!!
Bueno, fue feliz durante un largo rato al menos! AJAJJAAA
Besoos
Dic 02, 2009 @ 23:13:45
No se porque apareció esta entrada como reciente … si es de hace 2 años y medio.
Pero muy buen recuerdo Morfina Morfina !!! jajajaja.
Un saludo.
Dic 02, 2009 @ 23:53:54
que extraño es blogger, en el abandonado Hideaway, donde estas linkeada, salio este link como el ultimo post en tu blog. Cuanto tiempo ha pasado, no? Me alegro que hayas superado esos momentos dificiles.

te paso el link a una captura de pantalla:
Saludos, señora.
Dic 03, 2009 @ 10:19:15
Uy uy uyyy, el feed de tu blog se ha vuelto loco!! Será por efecto de la laca para los ruleros?? La laca tendrá morfina entre sus componentes?? No lo sé ni me importa, me trajo este post que no había leído (sí, quedan algunos aún que no he leído, a pesar de mis continuas recorridas por aquí, ja ja)
Te imaginaba con esa silla , piropeando chabones y no podía parar con las carcajadas!! Los gatos vinieron a ver qué me pasaba!! juah juah juah
Esta parte de la historia, yo la desconocía… gracias a tu blog que la vengo a descucbrir!!
Menos mal que en el quirófano sonaba un buen tema!!! Mirá si hubiesen puesto cumbia!!
Un abrazote grandote, con mucha candorosidad.
Dic 03, 2009 @ 19:54:17
😛
Si sabré de esas «intoxicaciones» con 21 cirugías a cuestas….. Aaajajajajaa! La Morfina es LO MAS! 😛 Y sus derivados… Nah! un pueema… 😉
Y me mató lo de volar en silla de ruedas! Aaajajaja! 😛
Che, mañana es la gran ocasión gran??? Uy! Y sho con estos pelos! Jajaja! 😉
Besotes Candoo!! 🙂